Altar mayor de la abadía de las santas Flora y Lucilla
El altar mayor de la iglesia de las Santas Flora y Lucilla fue creado por Giorgio Vasari entre 1560 y 1564 inicialmente para la capilla de familia en la Pieve de Arezzo. En 1864, cuando se devolvió a la Pieve su aspecto medieval, fue deshecho y luego recompuesto en la iglesia vasariana Badia, considerada la más adecuada para su colocación. Sin embargo, el altar aparece desproporcionado y demasiado grande en comparción con la estructura de la iglesia. Además impide la visión de la zona atrás, la del coro.
El altar fue ideado con una doble función, es decir como altar mayor de la iglesia y como altar de la capilla de familia. Por este motivo se pueden distinguir dos mesas, una orientada hacia el cuerpo longitudinal de la iglesia y otra orientada hacia el coro, reservada solamente a los canónigos. Además inicialmente fue pensado como mausoleo de familia transitable por el interior gracias a una pequeña escalera porque debía acoger, además de las reliquias de varios santos, las reliquias de Giorgio Vasari, de sus antepasados y de su esposa Nicolosa Bacci.
El altar-tumba, de estilo manierista y apre barroco, está realizado en madera pintada con pintura marmoleada y dorada y completado con elementos en mármol y travertino. Presenta muchos elementos decorativos y 23 lienzos pintados por Vasari y por sus colaboradores dispuestos en los varios lados. Los lienzos se disponen en las cuatro fachadas del altar en diferentes registros: el central está formado por seis grandes tablas que representan varios santos, el inferior es una especie de predela quei lustra la vida de los santos pintados en ella y el superior está formado por cuatro círculos que representan virtudes alegóricas. Además en el lado posterior hay dos tablas, una representa los antepasados de Giorgo y otra, enfrente en alto dentro de un oval, la Asunción de la Virgen.
En el lado frontal, en el centro, está el grande cuadro, sin duda obra de Vasari, que representa la Vocación de los apóstoles Pietro, Andrea, Giacomo y Giovanni. La historia de esta obra es muy peculiar, en efecto fue el papa de Arezzo Giulio III a encargarla para adornar la Capilla Papal que él hizo realizar en Vaticano, olvidándose pagar al artista.
El sucesor, Paolo IV, ante la petición de retribución de Vasari prefirió devolver el cuadro que fue colocado sobre el altar de familia. A la derecha hay una tabla rectangular que representa los santos Giorgio y Paolo, remontada por un redondo con la alegoría de la Fe; en la predela inferior se representan San Giorgio y la princesa. A la izquierda, simétricamente, una tabla con San Donato y Santo Stefano remontada por un redondo, alegoría de la Religión, y debajo de la predela inferiore l Milargodel caliz de San Donato. En el tímpano moldurado podemos ver el oval de la Asunción de la Virgen con un crucifijo de madera encima y las estatuas de Maria y San Cosimo a los lados.
En la mesa frontal está el tabernáculo en forma de pequeño templo con dos columnitas a los lados; en el batiente está pintado un Cristo Resucitado atribuido a Stradano. En el lado derecho del altar hay un lienzo con los santos Lázaro y Maddalena con los rasgos de Vasari y su mujer Nicolosa Bacci; en el redondo arriba está representada la alegoría de la Caridad y en la predela la resurrección de Lázaro. En el lado posterior en el centro, hay un grande lienzo que representa San Giorgio que libera la princesa del dragón pintado por Vasari en colaboración con el pintor flamenco Giovanni Stradano. Abajo a la izquierda estaban colocados los dos retratos del bisabuelo y del abuelo del artista, Lázaro y Giorgio Vasari, que fueron desgraciadamente robados en 1977 y nunca recuperados. A la derecha en cambio está el doble retrato de los padres del artista, Maddalena Tacci y Antonio Vasari. A la izquierda del altar está el lienzo que representa los santos Francesco D’Assisi y Antonio Abate, en el redondo encima se representa una alegoría de la Paciencia y en la predela Los Estigmas de San Francesco.
Paliotto Mellini-Serragli
Delante del altar mayor se ha colocado recientemente el altar orientado hacia los fieles y muestra en el frente un precioso antipendio del siglo XV (datable en 1478) atribuido a Bernardo di Stefano Rosselli. En el centro, dentro de un tondo están representadas las santas Flora y Lucilla que sujetan la palma y la lámpara de aceite, alrededor el fondo está pintado como un brocado en rojo y oro con guirnaldas y flores de granado. En la parte superior está pintada una franja remontada por tres pequeños tondos con los santos Scolastica, Benedetto y Giustina y adornada por dos bandas laterales con el arma de familia Mellini en la izquierda y de la familia Serragli en la derecha.