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Crucifijo, Baccio da Montelupo

 

En el segundo altar a la derecha en la iglesia de la Badia está colocado el crucifijo de madera policroma esculpido por Baccio da Montelupo. El artista nació en Montelupo Fiorentino en 1469, murió en Lucca alrededor de 1523. El crucifijo, del tamaño de 147X142 cm, fue tallado por el maestro florentino, entre 1504 y 1510.

El sujeto es Jesús Crucificado, que muestra su sufrimiento con la cabeza reclinada en el hombro derecho, los ojos y la boca entreabiertos y el cuerpo curvado en un espasmo de dolor. La presencia de líneas curvas y onduladas aumenta la sensación Cristo.

Las formas cilíndricas del busto, enlazadas y compactas, junto con la calidad del modelado, son características estilísticas propias de la etapa más avanzada del escultor, ligado al ámbito de Savonarola.

Esta obra, en comparación con otras de la etapa juvenil, como el crucifijo de San Marco en Florencia, manifiesta una evolución del artista, expresando una concepción de la pasión que tiende a una profunda introspección.

Vasari en Vidas habla de este crucifijo como uno de los mejores entre los muchos tallados por Baccio, en particular dice: «Talló crucifijos grandes como en realidad…todos ellos están llenos de extraordinaria gracia, pero hay algunos que son mucho más perfectos que otros..».

Este crucifijo es una excelente obra en la que se encuentran las características peculiares de la producción artística del escultor; un arte austera, religiosa, llena de una profunda atmósfera de misticismo.

La obra colocada inicialmente en el altar mayor de la Badia, fue traslada más tarde, al principio del siglo XVII, a su ubicación actual – el segundo altar a la derecha – en sustitución del crucifijo de Segna di Bonaventura.

Después de ser restaurado, en 1639 el crucifijo del siglo XVI fue circundado por una estructura de madera policroma, probablemente contemporánea con la decoración mural de la capilla.

En 1743 fue ordenado posicionar la escultura en la pared creando un nicho, circundado por una cornisa de estuco marmóreo. Por lo tanto, el “cajón” de madera, una especie de grande cornisa monumental, que se reveló innecesaria y que se utilizó para hacer un armario, añadiendo puertas y cajones, luego colocado en la sacristía.

Con la reciente restauración, empezada en 2010, la capilla del Crucifijo de Baccio da Montelupo ha sido devuelta al aspecto que tenía en el siglo XVII, recuperando el “cajón” y utilizándolo para enmarcar el crucifijo.

Esta cornisa de madera está decorada con óvales donde están representados los ángeles con los instrumentos de la pasión e internamente, en alto al centro, Dios Padre.

Los profetas Isaías y Jeremías en el luneto se pueden atribuir, por el tono manierista tardío, a Bartolomeo Santini, en cambio Salomón y David, que se encuentran a lo largo de las paredes laterales, fueron realizados por su hijo Bernardino, el pintor más importante de Arezzo durante el siglo XVII. Los cuatro profetas habían previsto la venida y la pasión de Cristo.

La balaustrada de piedra gris fue construida en 1690 por el arquitecto romano Giovan Battista Contini, un discípulo de Gian Lorenzo Bernini.

A sus pies se encuentra la lápida de mármol de la familia Forti de 1741.

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