Crucifijo, Segna di Bonaventura
Este crucifijo de madera se atribuyó erróneamente a Giotto o a su escuela hasta principios del siglo XX, cuando el Salmi propuso que podia tratarse de un pintorsenese del taller de Duccio di Buoninsegna. Esta hipótesis fue confirmada más tarde, por el mismo Salmi, gracias a un documento recuperado en los periódicos del Diplomático de la iglesia de la Badia , donde se atestaba que Segna di Bonaventura en 1319 había estipulado un contrato en Badia. Por tanto ,la fecha de realizaciòn de la obra podria ser el 1319. Segna di Bonaventura, que fue activo desde 1298 hasta 1326 y murió antes de 1331, fue uno de los artistas más importantes del taller de Duccio.
La Cruz es de grande tamaño 618 cm de altura y 439 cm de ancho. Inicialmente colocada en la iglesia de la Badia sobre el altar mayor, fue reemplazada más tarde alrededor del siglo XVI y fue colocada entre el tercer altar y la puerta de la sacristía. El tema representado es el del Christus Patiens, es decir, el Cristo doliente, que se caracteriza por la cabeza reclinada en el hombro derecho, el cuerpo arqueado para simbolizar el abandono a la muerte, los ojos y la boca entreabiertos, los brazos extendidos hacia arriba y las extremidades inferiores que se doblan levemente. La imagen de Cristo, marcada por el dolor y el arrepentimiento, nos muestra su proceso de humanización. La dramática postura es suavizada por pasajes cromáticos graduales. La luz hace resaltar el cuerpo de Cristo; parece que salga del marco,y adopte una postura realista, gracias a la forma y a la posición de los brazos y de las rodillas.
En los terminales de la Cruz se representan la Virgen María a la izquierda y San Juan Evangelista a la derecha; en la parte superior, en la cornisa, Dios Padre es representado como el Cristo bendiciente.
El panel con el títulus, bajo del Cristo bendiciente, no es muy fácil de decifrar, a causa de un proceso de restauraciòn incorrecto.
El supedaneo había sido pintado por el artista con un efecto de mármoleado en tridimensional, en un color verde pálido con vetas más oscuras.
El crucifijo fue realizado sobre un soporte de madera , compuesto de tablas de alamo. El artista ha pegado unos trozos de tela de lino para aislar el soporte de las capas de pintura y luego ha aplicado una preparación de yeso y cola . Esta imprimacion se ha afeitado y alisado para recibir las capas de temple de huevo. Antes de realizar la pintura,el artista ha realizado los rellenos dorados del fondo y el marco. La paleta de colores utilizada por el pintor no es muy amplia, y incluye tanto colores cubrientes que lacas.Los pigmentos utilizados son: tierra, ocres, cardenillo transparente, blanco de plomo, negro, negro carbón, azurita, lapislázuli y bermellón.
Para pintar los encarnados, se ha utilizado la técnica empleada por la tradición florentina: un fondo de color verdusco que consiste en una mezcla de negro y ocre, el llamado verdaccio, en el cual el artista ha superpuesto con pequeñas y sutiles pinceladas, los colores finales que componen el encarnado, es decir, mezclas con una base de blanco de plomo, tierra y el bermellòn .Los dos paneles a los lados del cuerpo de Cristo se han realizado con un diseño geométrico complejo, donde elementos octogonales màs grandes se alternan con pequeños cuadrados colocados en diagonal.
La Cruz ha sido objeto de una restauración, aunque no se encontraron documentos relacionados con el trabajo realizado. En 1947 los paneles laterales con las imágenes de San Juan y la Virgen y manejo de el Cristo bendiciente, probablemente, se sometieron a una operaciòn de conservaciòn y fueron llevados a Florencia para una exposición de obras restauradas. En los archivos de la Superintendencia de Arezzo se encuentra tambien la documentaciòn fotografica de una restauraciòn de los años cincuenta. La obra se ha preservado en el tiempo con un discreto estado de conservaciòn, los principales problemas de conservación derivaban de una inadecuada restauraciòn precedente , como la limpieza incorrecta y métodos de restauración inadecuados. La última restauración se llevó a cabo entre 2002 y 2005. Para realizar el proyecto fue establecido por la Superintendencia de Arezzo de ejecutar el trabajo en la nave izquierda de la iglesia. Fue necesario mantener la cruz en el interior de la Badia, durante la restauración, a causa de la gran dimensión de la obra y de la necesidad de preservar las condiciones climáticas estables.La restauración ha hecho posible devolver la obra a su integridad original y mejorar el estado de conservación y de uso.